“Coffee & TV” pedían los Blur para levantar el aburrimiento durante esos días en los que no se tiene nada mejor que hacer excepto ver la vida pasar. Pero de vivir por estas latitudes, y si en vez de empuñar instrumentos trabajaran en el campo audiovisual, su lema debería ser el de “Mate y tele”. Las infusiones necesarias de los profesionales sub-30, para hacer frente a la demanda neuronal y cuyo resultado traspasa las fronteras (de la televisión de aire y nacionales). En el último año, dos gigantes de cable como Viacom (MTV y VH1) y Turner Broadcasting (Much Music, Cartoon Network, Fashion TV e I-Sat, entre otras señales) ampliaron sus oficinas en Buenos Aires, como base de operaciones para toda la región.
Desde aquí se confeccionan gran parte de sus contenidos; lo mismo vale para Sony y Fox, que produjeron programas clave como Latin American Idol o La chica FX. “Cuando se toman decisiones de este tipo, no se da por un sólo motivo. Es por costos, excelencia en producción, masa crítica, alto nivel de preparación”, señala Fernando Gastón, vicepresidente de contenidos para MTV y VH1. En el caso de la (ex) señal de videos musicales, es parte de un plan de regionalización que incluye un “paquete de operaciones, desde creativas hasta televisivas, trabajos on line, y más. Para MTV hay un valor de marca muy claro que hace más fácil el trabajo en los equipos formados por jóvenes. “Conocieron la señal desde adolescentes y saben qué es lo que se desea”, amplía Gastón, que promete para 2009 la primera ficción hecha en la Argentina para MTV.
En este contexto hay productoras locales (algunas más ¿indie? que otras), como es el caso de Farsa, beneficiándose con la jugada de las megacompañías. El hobbie de un grupo de amigos que pasaban más tiempo del recomendable filmando películas de bajo presupuesto (Plaga Zombie, Zona mutante, Nunca asistas a este tipo de fiestas), derivó en una productora todo terreno.
En su faena se destacan sus videoclips, aunque se fueron ampliando a spots para videogames japoneses, e incluso un proyecto en conjunto para Sony, guionado por el equipo de la revista NAH! y producido ejecutivamente por BBTV (Borensztein Televisión).
Paulo Soria, uno de sus miembros, explica las claves: “Debido al cambio, el costo de la mano de obra es mucho menor aquí que en otros lados; además es buena y se amplió por el crecimiento de las escuelas de cine”.
El hacer actual responde, según Soria, a una falla originaria. “¿Por qué esta oferta de mano de obra es tan grande? Porque nunca se logró reponer una industria cinematográfica como la que existió en los años ‘40. Los que comienzan su carrera en el medio con el deseo de hacer al cine, terminan en producciones publicitarias y televisivas, en su mayoría extranjeras.” Los pros, los contras, los vicios y genialidades de esta forma de trabajo pueden verse en la primera miniserie argentina producida exclusivamente para Internet y que Farsa sube a YouTube: Post, una parodia a Lost llena de condimentos sobre un medio que atraviesa algunos cambios trascendentales.
“Creativamente hablando, tratamos siempre de hacer las cosas lo más personal posible. Queremos que vengan a buscarnos por nuestro estilo o sello, no sólo por una diferencia en precios. Y para no convertir los trabajos en una suma de obligaciones y sentir más libertad creativa, no tomamos las exigencias como trabas sino como un elemento más a tener en cuenta a la hora de realizar las ideas.”
El Infierno, la división televisiva formada por Agulla y Baccetti junto a El Cielo, es de esas productoras que juegan como rastreadores para las grandes ligas y anda por el terreno estudiado. Su último gran trabajo fue para Cartoon Network: 400 capítulos de humor de contenidos humorísticos pensados, guionados y realizados por la primera generación que creció viendo series como Mc Gyver y que ahora usa lo que tiene a mano para hacer una TV global. “No sólo la atamos con alambre sino también con piolín de pizza”, ilustra su director de Contenidos, Sebastián Lía.
“A partir de la crisis de 2001, muchos jóvenes se fueron a trabajar a canales de afuera. Llegado el momento volvieron a la Argentina junto con los canales. Acá hay mucho talento en el campo de las comunicaciones, supongo que por la base multicultural que tenemos. Ahí, El Infierno pretende refundar los contenidos; suena re pedante, pero hacemos ideas. Ahí lo creativo está en primer lugar.” A su teoría de mezcla cultural, Lía la define como “medio delirante”, pero de lo que está seguro es del curso que están tomando los nuevos realizadores: “El lugar de los prosumers es cada vez más fuerte, la mezcla entre productor y consumidor. Somos los que nos alimentamos de YouTube y a su vez la alimentamos. Se descubre algo, se amplifica, publica y comparte. La TV no tiene otra opción porque va camino a ser devorada por lo digital”.
Por Federico Lisica
Fuente: Página 12
viernes, 3 de octubre de 2008
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